…Mi pie en el acelerador, una de mis manos
tocaba sus piernas al tiempo que la punta de tres de mis dedos permanecían ocultas
bajo la falda del vestido. El aire cargado del olor característico de los cuerpos excitados, se confundía mezclado entre tabaco y
alcohol, atmosfera que respiré con la pausa de cada beso.
Danzando junto al kilometraje del vehículo nos
íbamos sintiendo desinhibidos, ya sabíamos a lo que íbamos, el neón en la
carretera acabo con el suspenso, era solo cuestión de tiempo, que esos dos
cuerpos separados por los asientos se fundieran en uno solo.
Bañados en un frio sudor, un concierto de
gemidos era el soundtrack de nuestros no perfectos cuerpos que se proyectaban
en los espejos, nos olvidamos del razonamiento, junto a la ropa dejamos los
sentimientos, tan solo el instinto dominaba los cuerpos, al final, nadie dijo
un te quiero…
De vuelta al vehículo, lo que antes fue lujuria
se convirtió en un silencio sepulcral, el bajo volumen de la radio parecía
dibujar notas musicales sobre las bocanadas de humo que salían de mi boca, ya a
ella no le importaba que besara el cigarro y no sus labios, todo había
terminado.
Al final, llegué a mi casa igual de sediento,
entre twitter, blogs y reality shows, tan solo tenía el cuerpo satisfecho, pero,
por dentro, moría extrañando el dulce sabor
de un te quiero…
¡Tremendo! Espero que sigas publicando muchos mas. Un abrazo!
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