miércoles, 5 de febrero de 2014

De Philip Seymour Hoffman al éxito y felicidad

"trabaja en corbata, pero vive tus sueños en pantalones cortos"



El inicio de la semana nos llegó con la muerte del actor Philip Seymour Hoffman, y como ya se acabó “la pelota”, generó un tema de conversación entre el café matutino de oficina y ese pequeño espacio de tiempo robado, en el cual deberíamos de estar haciendo las labores para las cuales fuimos contratados. Al terminar, el tema nos llevó a dejar por sentado que tanto para el éxito como para el fracaso, se tiene que estar igual de preparado, asunto sobre el que no creo que sea necesario abundar.  
Ahora bien, en el transcurso del día, entre un documento y otro, pensé que no necesariamente por ser exitosos tenemos que ser felices y hasta que tanto estamos dispuestos a sacrificar para recibir reconocimiento y tal vez, por vía de consecuencia, engrosar nuestras cuentas de banco, dos aspectos sociales que funcionan como “termómetros” de cuan exitosa sea una persona. Hice un ejercicio mental y me tomé como sujeto de investigación.
Hace algunos 13 años terminé el bachillerato, me encontraba en ese limbo existencial que cualquiera, con mis poco vividos 17 puede tener, viviendo mis sueños de estrella de rock, con pocos días de haber perdido mi virginidad, de encender mi primer cigarrillo y tatuada en mi cabeza esa sensación de “¿ahora qué?”.
Sobre esas premisas hice lo que me hacía sentir feliz, seguí con “el grupito de rock”, estudié producción de televisión, locución y radio, paralelo a llevar mi vida bohemia de tragos en azoteas y caminatas por la zona colonial.  Lo interesante de esto, es que no tenía trabajo estable, las mujeres me dejaban por vago, no tenía dinero siquiera para pagarme el pasaje de ir a una entrevista de trabajo y aún así, no recuerdo haber caído en una gran depresión.
El tiempo pasó, dejé el grupo de rock, estudié una carrera universitaria, me recorte, conseguí un buen trabajo, de los bancos ya me ofrecían tarjeta de crédito y préstamos, me sabía las canciones y grupos de moda, pero ¿les confieso algo? En esa etapa pasé la peor depresión de mi vida, tuve una baja que de no ser por el amor de mis padres y mi hermana hoy no estaría contando esto, no le veía sentido a nada de eso, el vehículo no me hacía sentir tan feliz como una conversación en una azotea, pasar la tarjeta no me daba la misma satisfacción que escribir una canción.
Entonces, llegué a la conclusión de que la felicidad en relación al éxito no está en que cosas lograste, sino que en el trayecto no hayas olvidado ser ese quien te hace ser feliz, que si en el camino tienes que disfrazarte de algo que no eres para llegar a la cima, escápate de vez en cuando y búscate, ponte una fecha de retiro cuando todavía tengas energías para disfrutar, y recuerda “que puedes trabajar en corbata, pero no olvides vivir tus sueños en pantalones cortos”


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario